Pilates

El método Pilates se basa en un conjunto de ejercicios cuya base de realización son cinco principios básicos que nos servirán para obtener una postura correcta durante la realización del método y también en nuestra vida diaria.

Estos principios nos ayudarán a corregir malos hábitos posturales, origen de muchas de nuestras patologías, y a tonificar nuestra musculatura para conseguir un reparto equitativo de cargas en nuestro cuerpo y dejar de forzar nuestras zonas más débiles.

Principios básicos:

1. Respiración: nos servirá para aumentar nuestra capacidad respiratoria y fortalecimiento de uno de nuestros músculos abdominales (transverso del abdomen).

2. Pelvis: colocada en posición neutra o en retroversión (según el caso) para bloquear las lumbares y evitar su lesión.

3. Suelo pélvico: Utilizamos su contracción para evitar y tratar problemas de incontinencia.

4. Zona costal: intentaremos que siempre esté neutra, de manera que, tumbados boca arriba tengamos todo nuestro cuerpo bien apoyado en la colchoneta.

5. Hombros: los mantendremos alejados de las orejas y las escápulas en forma de “V”. En otras palabras, nos situamos derechos y sacando pecho para evitar carga en nuestras cervicales.

6. Cuello: nuestras cervicales en Pilates no van a moverse. Fortalecemos nuestros músculos estabilizadores (los que mantienen nuestra postura) para evitar la irritación de los movilizadores (que son los que utilizamos en nuestra vida diaria).

Este método nos servirá para tratar todo tipo de patología de espalda, cambios importantes en nuestro cuerpo como ocurre en el embarazo, alteraciones respiratorias, patologías reumáticas que cursan con rigidez de articulaciones e hiperlaxitudes. O simplemente para cuidarnos de los malos hábitos de la vida diaria.